La Casa del Risco es también conocida como La Casa del Mirador debido a un importante elemento de su arquitectura, visible en el lado derecho de la fachada, una torre que constituye el tercer piso del edificio. Esta torre o “torreón” tuvo un papel relevante en la vida de la comunidad sanangelina, ya que fue el punto más alto del barrio durante muchos años, por lo menos durante los siglos XVIII y XIX. El espacio es también un punto relevante en la historia mexicana, pues de acuerdo con Francisco Fernández del Castillo en su Crónica de San Ángel, en 1847 se pudo ver dese aquí el avance de las tropas norteamericanas por Padierna, después de la caída del ejército mexicano en Churubusco.
No se conoce mucho sobre la función de esta área después de esta época, hasta que don Isidro Fabela la adoptó como su lugar preferido para la lectura, probablemente por tener la mejor vista y el mejor clima de toda la residencia. Posteriormente, con la restauración y remodelación de la Casa en 1988, se eliminó el acceso al Mirador y este quedó aislado del Museo. Fue hasta el año 2010 cuando se volvió a incorporar con una escalera que permite el acceso, además, se abrieron dos nuevas salas, una dedicada al antiguo barrio de San Ángel y la otra al Batallón de San Patricio, coprotagonista en la epopeya de la Invasión Americana de 1847.